NIX Y LAS VAMPIRESAS GRISES

Fue en el año 2077 en que comenzaron a desaparecer muchos chicos del planeta en extrañas condiciones, simplemente se esfumaban frente a su computador.

Todo comenzó una noche después de terminar con sus múltiples tareas, Manuel, como siempre se sentó frente a la computadora, realizaba sus investigaciones y se informaba respecto a los avances de la física y la mecánica cuántica, sentía fascinación por el universo subatómico y el extraño comportamiento de las partículas más pequeñas, se estremecía al pensar que a escalas nanométricas las reglas que rigen nuestro mundo no aplicaban, imaginaba maravillado, los eventos extraños y las infinitas probabilidades que existen a ese nivel.

Después de horas de estudio, se regalaba un tiempo de esparcimiento y creatividad y como si fuese un artista, avanzaba silencioso en sus “obras de arte”, personajes de anime en 3D que él mismo creaba, generalmente eran muñecas misteriosas de caras perfectas, dotadas de ciertos poderes. Manuel estaba terminando a su princesa soñada. Inspirado en la diosa griega de la noche, que habitaba sola en la oscuridad, la bautizó como, Nix, un ser hermoso pero oscuro, cabello gris, largo y abundante, ojos grises y muy brillantes, colmillos afilados y labios intensamente rojos. Manuel se olvidaba del mundo exterior, se dejaba absorber e invertía largas horas en la creación de este personaje, se había convertido casi en una obsesión, su princesa virtual, de impresionante astucia e inteligencia. Manuel no quería que Nix estuviera sola, así que creo para ella su propia tribu de vampiresas grises que vivían en aldeas virtuales, eran expertas en tecnología, con conocimientos en distintas ciencias y artes.

A simple vista se trataba de un inofensivo juego pero en el proceso, algo extraño ocurrió. Parecía como si el personaje hubiese adquirido pensamiento propio y capacidad de ejecución. Manuel realizó como de costumbre todas sus actividades y se dispuso a la interacción con su propia creación es decir su chica gris llamada Nix. Todo fue entretenimiento por tres largas horas, hasta que llegó el cansancio para Manuel e intentó apagar su computador.

Manuel apagaba el ordenador pero este se encendía de nuevo y se abría justo en la página de Nix y las vampiresas grises. Nix aparecía de repente mirándolo fijamente, intikidandolo con sus ojos grises y rasgados, generando en Manuel una sensación de pánico y bloqueo que nunca había experimentado. Nix abrió la boca y dejó ver sus largos y afilados colmillos, en ese instante el tiempo se detuvo para Manuel tal cual como un reloj se detiene cuando se aproxima a un agujero negro, la pantalla parecía un escáner o una especie de cámara a través de la cual Nix extrajo toda la información de hasta la última partícula del cuerpo de Manuel como si se tratara de una acción fantasmal, reconstruyendo de esa manera una copia de Manuel en el universo virtual de las vampiresas grises que él mismo había creado, una copia que no sería idéntica por desgracia y que en el proceso de entrelazamiento tristemente destruiría al Manuel original, esfumandolo y diluyéndolo de su realidad.

Durante el extraño viaje Manuel tuvo cierta conciencia, siguió la ruta de la luz, adentrándose cada vez más en el mundo de sus propias imágenes y creaciones, las cuales ahora percibía como un compendio de partículas infinitesimales de luz y color, tal parecía que Manuel literalmente se había diluido y se había transformado en un “río de energía cuántica” y ahora era alimento para su propia creación. Nix se convirtió así en un vampiro de energía y pensamiento, que se alimentaba de electrones, neutrones y de la inteligencia de sus víctimas, estas habilidades fueron replicadas en cada una de las vampiresas creadas por Manuel, transformando a la tribu en un virus letal que amenazó con acabar la humanidad y cambió para siempre la percepción de la realidad.

Moraleja

Que no te absorba, ni te devore la tecnología, el celular, el computador…todo es bueno en su justa medida, nada es positivo en exceso.

AMORES CUÁNTICOS

Déjame soñar con este amor a escala cuántica
como una excitación de partículas
que ocurre en mí cuando estás cerca,
desatando este baile burbujeante en el vacío.

Soy una colección de átomos que se dispone a recibirte,
ondas de ganas delirantes por estar contigo.

Agitas el microcosmos y mis anhelos elementales
materia y antimateria se autoliquidan en tu nombre.

Desde mi origen primigenio y hasta mis eras oscuras
fusionarme en ti, amarte infinitesimal y eternamente.